JOSE TRINIDAD CABAÑAS
José Trinidad Cabañas Fiallos (n. Tegucigalpa, Honduras; 9 de junio de 1805 - m. Comayagua, Honduras; 8 de enero de 1871) fue un militar y político hondureño
que fue Presidente de la República de Honduras (1852-1855) y un
defensor de las ideas liberales que apoyó la unión de Centroamérica.
Es considerado prócer
y una de las personas más honradas de la historia de Honduras. Durante su
periodo de presidente sostuvo que: "No se trata de fundar la República de
algunos, si no la República de todos". En su estatua erigida en el
Parque "La Mercedes", de Tegucigalpa, puede leerse: "Al Heróico Soldado de la unión centroamericana. Al guerrero modelo
de constancia, de honradez y de valor".
José
Trinidad Cabañas nació en Tegucigalpa el 9 de junio de 1805. Es hijo de José María Cabañas
Rivera y Juana Fiallos. Fue bautizado por el padre Juan Francisco Márquez el
mismo día de su nacimiento, su fe de bautismo se encuentra en el folio 98 del
Registro Eclesiástico de la Iglesia Parroquial de San Miguel de Tegucigalpa y
lo registra como español.
En el Colegio Tridentino de Comayagua, realizó estudios de gramática latina, teología y filosofía.
Vida militar
En 1827 cuando las fuerzas de Justo Milla invadieron y situaron Comayagua y derrocaron al Gobierno
de Dionisio de Herrera, Cabañas, con 22 años de edad,
prestó su cooperación en defensa del gobierno; se presentó ante Dionisio de
Herrera con sus tres hijos y dijo:
«Señor, el peso de mis años no me
permite acompañaros al campo de batalla pero aquí tenéis a mis tres hijos que
pueden lo que yo debiera hacer, dispuestos a derramar su sangre al pie de la
bandera que defendéis».
Fue así como ingresó al ejército
de la República Federal de Centroamérica, donde fue lugarteniente del
General Francisco Morazán y llegó a ser general del
Ejército federal, ganando liderazgo político y militar, lo que le valió ser
Diputado de la Asamblea Constituyente de 1830.
La primera experiencia militar de
Cabañas fue en la Batalla de La Trinidad el 11 de noviembre del mismo año. Participó
además en las batallas de San Salvador, Las Charcas, y además, destacó en
las Batalla
del Espíritu Santo y en la Batalla de San Pedro Perulapán —llevada a cabo en
territorio salvadoreño—, ocurridas el 6 de abril y el 25 de septiembre de 1839,
respectivamente.
El 13 de noviembre de este mismo
año, venció a las fuerzas del general José
Francisco Zelaya y Ayes, en la Batalla en el Sitio de la Soledad, en
inmediaciones de Tegucigalpa, y luego fue derrotado por el
mismo general el 31 de enero de 1840 en Los Llanos del Potrero.
Tras la derrota liberal de 1840, Cabañas y el general Francisco Morazán se retiraron de Guatemala y se exiliaron en Panamá. Luego Cabañas viajó a Costa Rica.
Cabañas, estableció una leal
amistad con el General Francisco Morazán, a quien, como dice el General Luis
Maldonado, le decía "Mi Amado General" en su correspondencia. Tras la
de la muerte de este, en Costa Rica el 15 de septiembre de 1842, el General Cabañas expresó su
descontento: «No es posible. A nosotros nos pueden fusilar, pero al general
Morazán no... ese sería un crimen hacia Centroamérica...», luego regresó
a El Salvador donde vivió por varios años
y colaboró en el gobierno de los presidentes salvadoreños Eugenio Aguilar y Doroteo Vasconcelos. Fue Ministro de Guerra en
diciembre de 1850 y fue vencido en la Batalla del Sitio de San
José, de la Arada, el 2 de febrero de 1851.
Durante su período, con José
Santiago Bueso Soto como Vice-Presidente, Cabañas realizó
importantes obras para fomentar la instrucción pública, la agricultura y la
minería, así como esfuerzos significativos para mejorar el cultivo del café y
la Instrucción Pública. Fue el primer impulsor del ferrocarril, el café y
la artesanía de junco. Era un presidente
educador, que impuso impuestos a la exportación de ganado y madera para
establecer las primeras 50 escuelas públicas pagadas por el erario nacional.
Mientras Trinidad Cabañas residía
en la ciudad de San Miguel, fue comunicado por una Comisión de Senadores
formada por Francisco López, Vicente Vaquero y León Alvarado, de los resultados
de las elecciones celebradas en Honduras a finales de 1851, en las que él había sido
elegido como Presidente
de Honduras. La Asamblea Legislativa de Honduras le envió el
Decreto de Elección como Presidente Constitucional de Honduras, prestó la
promesa de Ley y tomó posesión del cargo el 1 de marzo de 1852.
Con el objetivo de restablecer la
Federación, Cabañas fue nombrado como Vice Jefe de Estado por la Asamblea
Constituyente de Centroamérica, reunida en Tegucigalpa el 13 de octubre de1852. Sin embargo Cabañas rechazó
dicho cargo y manifestó: «No estoy preparado para tan alto cargo, soy un
soldado, no tengo conocimientos de la administración pública», por lo que el
Vicepresidente Pedro Molina asumió las tareas de celebrar asambleas en El Salvador y Nicaragua.
El 23 de junio de 1853 firmó la primera contrata
para la Construcción del Ferrocarril Interoceánico de Honduras, para comunicar Omoa con
Amapala, proyecto que se venía gestando desde 1590 pero que fue engavetado por el Consejo de Indias y realizado en Panamá. Como dicha idea requería de
empréstitos de la banca extranjera, Cabañas, vio esta opción como un peligro a
la enajenación y perdida de la soberanía nacional, por lo que desistió y el
proyecto fue llevado a cabo en el gobierno de José María Medina.
En 1853, Cabañas nombró a José Francisco Barrundia,
Ministro Plenipotenciario en Washington. Durante este año, fueron
constantes los hostigamientos del Presidente guatemalteco, el generalRafael Carrera hacia el general Cabañas.
Por ello, Cabañas depositó la presidencia del país en el general José Francisco Gómez y Argüelles durante el periodo del 9 de
mayo al 31 de diciembre de 1853, para conducir en forma personal la campaña
militar contra Guatemala e instaló en Gracias su
cuartel general.
Volvió a la presidencia el 1 de
enero de 1854 y se enfrentó a condiciones políticas
difíciles. En julio de ese mismo año envió una columna militar hacia Nicaragua bajo la jefatura del
General José Francisco Gómez y Argüelles, quien murió atacado por el Cólera el
25 de julio de 1854, sin lograr los objetivos de imponer los
partidarios de la vieja Federación. Debido a los intentos de Cabañas de
restablecer la Federación
Centroamericana y a sus conflictos con el gobierno
conservador de Rafael Carrera, este declaró que su objetivo en
Honduras era derrocar al General José Trinidad Cabañas, lo cual logró apoyando
a los conservadores hondureños, quienes, encabezados por el General Juan López, invadieron el país y
derrotaron a Cabañas en la batalla de Masaguara, en los llanos de Santa Rosa y
Gracias el 6 de octubre de 1855, obligándolo a renunciar a la presidencia y a
refugiarse en El Salvador. El general Juan López llamó al
Vicepresidente José
Santiago Bueso Soto a desempeñar la titularidad del Ejecutivo, el
18 de octubre del mismo año.
Cabañas inmediatamente de llegar
a El Salvador, viajó a Nicaragua a solicitar apoyo para
recuperar la presidencia de Honduras, al presidente nicaragüense Patricio Rivas, quien no se lo brindó por
supuestas influencias del venturero William Walker. Así que regresó a El Salvador,
donde vivió muchos años y en su estadía sirvió como ministro y gobernador civil
y militar de San Miguel en el gobierno de su
amigo Gerardo Barrios(1858-1863).
Últimos años
Durante los últimos años de su
vida, el General Cabañas se retiró de la política y pudo regresar a Honduras en 1867 y establecerse enComayagua. En Honduras, inició una campaña
contra la presencia del Williams Walker en Centroamérica, luego fue nombrado
por la administración del Presidente José María Medina como Intendente de la
Aduana de Trujillo. Cabañas falleció el 8 de enero de 1871, a la edad de 65 años.
Luego de su muerte, el gobierno
de Honduras le otorgó el título de "Soldado de la Patria" y la
República de El Salvador nombró Cabañas a uno de sus departamentos,
en su honor. Sus restos descansan en la Iglesia de San Sebastián de Comayagua.
Dionicio de herrera
José Dionisio de la Trinidad de Herrera y Díaz del Valle (* 9 de octubre de 1781, Choluteca, Honduras — † 13 de junio de 1850, San Salvador, El Salvador) fue un abogado y político hondureño y centroamericano, gran representante
del liberalismo y uno de los
centroamericanos más ilustrados de su época.
Elegido primer Jefe Supremo del
Estado de Honduras1 en 1824 y
destituido en 1827 por los conservadores de Guatemala tras una insurrecciónclerical dirigida por el canónico Irías. Su gobierno
siguió una línea progresista, a través de la cual organizó el estado hondureño.2 Además, trató de
fomentar la agricultura, la industria, y la inmigración entre otras cosas.
Por estas razones, en Honduras se le considera, el 'Padre de la Patria'.3
Enviado como
pacificador a Nicaragua por el Gobierno Federal, fue electo Jefe Supremo del
Estado,4 cargo que ejerció de 1830 a 1833.
En 1834 fue
elegido Jefe Supremo del Estado del Salvador,5 pero no aceptó su
nombramiento. Se retiró de la política en 1838.
Poseía notables dotes intelectuales, se
distinguió por la firmeza de su carácter y se le reconoció además, como hombre
de circunspección y tino.6 Llegó a ser el único
político en la historia
de Centroamérica electo
popularmente Jefe de tres Estados.
Familia
Dionisio Herrera fue
hijo primogénito de don Juan Jacinto Herrera quien fue Alcalde Provincial de la
Villa de Choluteca desde 1793. Su madre fue Paula Díaz del Valle Izaguirre,
hermana de la madre del prócer de la independencia centroamericana, José Cecilio del
Valle.
Su esposa fue Micaela
Quezada Borjas, con quien llegó a procrear 9 hijos. Doña Micaela era hermana de
la madre del General Francisco Morazán, de quien
Herrera fue tutor.7
Su hermano Justo José Vicente Herrera Díaz del Valle ejerció el cargo de Jefe Supremo del
Estado de Honduras de 1837 a 1838 y otro
hermano,Próspero José Herrera Díaz del Valle, era diputado y ministro
plenipotenciario ante Francia e Inglaterra.8
Formación
Dionisio Herrera
estudió en la Universidad de San Carlos Borromeo de Guatemala, donde
por aquel tiempo, y gracias a los esfuerzos de los señores Villaurrutia, Ramírez,
Goicoechea y Cañas, se había extendido y mejorado el plan de enseñanza. Se
habían abierto escuelas de dibujo, asimismo
se habían adoptado cursos de filosofía y otras notables
reformas. Le tocó al joven Dionisio Herrera aprovechar esta favorable
circunstancia, y debido a ella y al estudio que hizo de la historia y de los filósofos y
escritores franceses más profundos (Rousseau, Montesquieu,Diderot, d'Alembert), "era ya un literato y un
hombre de estado, de pensamiento y acción", cuando se declaró la
independencia del Centro de América.7
Al terminar sus
estudios, se gradúo de abogado con la tesis "La Ley". Luego regresó a
Honduras, donde estableció su biblioteca personal (una de las
más completas de la época), compuesta principlamente por obras en francés (idioma que dominaba
así mismo, como su lengua materna), a través de la cual propagó las ideas
liberales. Ésta fue incendiada por sus opositores políticos, al considerar que
estaba compuesta por "librosherejes".7
Su papel en la independencia de Honduras
Después de haber
obtenido el título de abogado en la Universidad de Guatemala, Herrera se
establece en la entonces Villa de San Miguel
Arcángel de Tegucigalpa (desde 1818). El 7 de agosto de 1820 ocupó su
primer cargo público al ser nombrado Secretario del Ayuntamiento en la administración
del último Alcalde español, Narciso Mallol. Sin
embargo, Herrera era independentista y fue organizador de tertulias donde se comentaban
los sucesos de España, México, las
luchas de Bolívar y San Martín. En julio de 1821 fue
diputado suplente a las Cortes para la aceptación de
la Constitución de
Cádiz.8
El 15 de septiembre de 1821 se
proclamó la independencia de los pueblos del Centro de América en la Ciudad de Guatemala. Al
llegar la noticia a Honduras, Herrera redactó el Acta de Independencia de las
entonces todavía separadas provincias de Comayagua y Tegucigalpa,
anunciado el 28 de septiembre en ambas provincias.
Sin embargo, dentro
de poco se produjo una confrontación entre Comayagua, tradicionalmente
conservadora, y la liberal Tegucigalpa sobre el asunto de unión al nuevo Imperio Mexicano. Mientras
que los conservadores la aprobaban, los liberales guardaban lealtad a Guatemala
y abogaban por una independiente república federal centroamericana, a modelo de
los Estados Unidos. A pesar
de la resistencia de Herrera y sus compañeros de partido, finalmente se dio la
unión a México. Sin embargo, ésta se terminaba ya dentro de un año, con la
caída del emperador Agustín I.
Primer Jefe Supremo del Estado de Honduras
(16 de septiembre de 1824 — 10 de mayo de 1827)
Después de que
Centroamérica se independizó de México, Herrera fue nombrado gobernador de la provincia de
Tegucigalpa, en fecha 23 de marzo de 1823. En esta calidad hacía efectiva la
fusión de las provincias de Comayagua y Tegucigalpa en Estado federal de
Honduras. Con este objetivo fue convocada el 29 de agosto de 1824 una Asamblea Constituyente, que se
reunió en la localidad de Cedros y su primer
presidente fue el Doctor Pedro Nolasco Arriaga y el secretario fue el
Licenciado Miguel Rafael Valladares. Mediante el acuerdo de fecha 16 de septiembre de 1824esta Asamblea efectuó la unión de
ambas provincias (Comayagua y Tegucigalpa) y se eligió al Licenciado Dionisio
de Herrera como Primer Jefe del Estado de Honduras y como vicejefe fue elegido
el Teniente General José Justo Milla, de
orientación conservador.
Primera Constitución de Honduras
Junto con su sobrino,
el General Morazán, al que nombró Secretario General, Herrera fue el principal
autor de la primera Constitución del Estado,
promulgada el 11 de diciembre de 1825 y efectiva
hasta la separación de Honduras de la República Federal de Centro América.
Siendo redactada por
Herrera, la Constitución llegó a tener un carácter eminentemente liberal. Al
igual que la Constitución de los Estados Unidos, fijaba los derechos
fundamentales y limitaba
losprivilegios de la Iglesia Católica.
Es notable la
abolición de la esclavitud, décadas
antes que lo hicieran Rusia en 1861 y los
Estados Unidos en 1863.
Entre otros, se puede
señalar el establecimiento de derechos que gozarían prisioneros y acusados en espera de sentencia, el
respeto a la privacidad de los ciudadanos,
determinando que solo podían decomisarse como prueba los papeles personales en
caso de traición a la patria y que su publicación
era imprescindible para constatar la verdad.
Primera división territorial de
Honduras
Durante su gobierno
se decretó la primera división territorial de Honduras al crearse los primeros
siete departamentos:
Escudo de armas del Estado de Honduras
El 3 de octubre de
1825 en la Jefatura de estado del Licenciado don Dionisio de Herrera se emitió
el Decreto No.16 con el cual se crearía el escudo de armas del Estado de
Honduras, dentro del artículo 142 una de las interpretaciones para este escudo
de armas, es el de la imagen. Después de que Honduras se separó de la República
Federal de Centroamérica, se proclamo como un Estado libre e independiente se
acordó que se emplearía como escudo de armas el siguiente bosquejo, que hasta
hoy es el vigente y acordado por el Congreso Nacional y ratificado mediante decreto como símbolo patrio el 10 de enero de
1935.
Otras disposiciones
§ Creación
de un fondo de la rehabilitación para trabajos mineros.
§ Creación
de la Secretaría de Hacienda.
§ Reglamentación
de la visita de Cáceres.
§ Declaratoria
del Estado de Honduras libre y soberano en su régimen interno.
§ Se aprobó
la ley sobre el monopolio del tabaco como renta
del Estado, parte de la cual afectada por el pago de la cuota correspondiente a
Honduras en el Presupuesto Federal.
§ Se
organizaron las Tertulias Patrióticas a fin de explicar a la ciudadanía el
contenido de la Constitución.
Conflicto con la Iglesia y
rebelión del canónico Irías
La política liberal
de su gobierno hizo con que don Dionisio Herrera muy pronto tuvo que enfrentar
un drástico conflicto con el clero, ante
todo, con el vicario y provisor (Obispo interino) de
Comayagua José
Nicolás Irías Midence, con pretensiones al Obispado de Honduras. Se hizo
enemigo personal de Herrera y por medio de los clericales hacía creer al pueblo
ignorante que el Jefe era francmasón, hereje y
enemigo de la Iglesia.
El conflicto culminó
el 1 de noviembre de 1826 con un atentado contra la vida de
Herrera en su propia casa, cuando balazos desde la calle pusieron en peligro no
tan sólo su vida, sino también la de sus familiares. Al fracasar el atentado,
Irías fue puesto bajo arresto domiciliario por orden de Herrera.
Sin embargo, logró escapar, sublevando la población en varias partes rurales,
haciendo con que sus partidarios apoyaran el movimiento clerical en Tegucigalpa
(donde ocurrió un intento fallido por apoderarse del cuartel en enero de 1827), Gracias,
"Los Llanos" era Santa Rosa de Copán antes, Santa
Bárbara y Olancho. En
Tegucigalpa, una multitud de fanáticos,
instigada por los clericales, que llamaban a destruir "libros
herejes", quemó la rica biblioteca de Herrera, compuesta por obras de enciclopedistas franceses.9 En diciembre de 1826
Irías excomulgó a Herrera.
El Gobierno tuvo que
enfrentar una verdadera guerra, mandando tropas para poder combatir la rebelión
clerical.
Caída y apresamiento de Herrera
Al mismo tiempo
Herrera entró en conflicto con el Gobierno Federal del Presidente Manuel
José Arce. Éste último, quedándose sin el apoyo de su partido, el
liberal, había disuelto en octubre de 1826 el Congreso y el Senado con tal de
establecer un sistema centralista o unitario y se había aliado con
los conservadores. Como resultado, se produjo un conflicto entre el Gobierno
Federal y los Estados, pronunciándose en contra Dionisio Herrera y Mariano Prado, Jefe del
Estado del Salvador.
Como consecuencia,
Arce mandó a Honduras tropas comandadas por el teniente general José Justo Milla Pineda, ex Vicejefe
de Herrera, para apoyar el movimiento de Irías. El 4 de abril de 1827 comenzaba el asedio de
Comayagua. El 10 de mayo, después
de 36 días de sitio, la plaza fue rendida gracias a la traición del jefe
militar Fernández. Herrera fue hecho prisionero y enviado a Guatemala, donde
permaneció en prisión a lo largo de dos años. En 1829 fue liberado por el
General Morazán, luego de la "Batalla de Las Charcas" y la invasión
a Guatemala.
Diputado Presidente del Consejo Directivo
Desempeñando el cargo
de Diputado Presidente del Consejo Directivo en 1830, ratificó la Capitulación de las
"Vueltas del Ocote", negociadas por el General Francisco Morazán en
Olancho el 21 de enero del mismo año.8
Jefe Supremo del Estado de Nicaragua (10 de
mayo de 1830 — diciembre de 1833)
En 1830 el Gobierno
Federal del Presidente Morazán envió a Herrera como pacificador al Estado de
Nicaragua, dominado por la anarquía y la guerra civil. Logró
pacificar Nicaragua y concluir la guerra, y el 1 de noviembre de 1829 la
Asamblea Legislativa, reunida en la ciudad de Rivas, lo
eligió como nuevo Jefe Supremo del Estado de Nicaragua.
Asumió el 10 de mayo de 1830. Hizo
practicar elecciones para el Congreso, que luego lo designó como Jefe de Estado
para cuatro años.
A pesar de que
Nicaragua estaba pacificada, los círculos serviles o conservadores
seguían obstaculizando la obra del gobierno liberal e instigaban la población
en contra de Herrera. En 1833algunas municipalidades del país se opusieron
al Gobierno Federal, exigiendo la renuncia de Herrera. Presionado por la Asamblea Legislativa, Herrera
presentó su dimisión (1 de marzo de 1833), sin
embargo, era tal su popularidad, que de inmediato hubieron fuertes agitaciones
públicas por todas partes, y el Cuerpo Legislativo, temerario, se vio obligado
a llamarlo de regreso a su cargo (4 de marzo).10
Con su regreso los
conservadores no tardaron en iniciar una sublevación en varias poblaciones
donde ejercían influencia, entre éstas, Managua, Masaya, Matagalpa, Metapa, Chocoyos yNandaime.11 Sin embargo, con las
victorias en la vuelta de Delgado y en Masaya el Gobierno logró fortalecer sus
posiciones y con la toma de la plaza de Managua estaba asegurado el triunfo
completo.
Al ser encontrados en
Managua bustos y miniaturas de Fernando VII,
demostrando que la rebelión era en beneficio de la monarquía española,12 Herrera dio una
proclama en Managua, presentando las verdaderas intenciones de los caudillos
revolucionarios, diciendo que estos bustos y medallas iban a ser remitidos
a los demás Estados federales, para que Centroamérica "comprendiera el
origen de la guerra, sus autores y el fin a que éstos se dirigían" (19 de julio).13
Al establecer la paz,
Herrera proclamó la amnistía general, ganándose la
disposición y el respeto de la población (17 de julio). Antes que
terminara el período de su gobierno, la Asamblea emitió decreto aprobando su
conducta y declarando legal su autoridad.14
Herrera abandonó el
cargo de Jefe del Estado de Nicaragua a finales de diciembre de 1833,15 siendo sustituido por
el Consejero Benito Morales para terminar su
período constitucional.
Jefe Supremo electo del Estado del Salvador
(14 de octubre de 1834 – 2 de marzo de 1835)
En 1834 fue
elegido Jefe del Estado del Salvador, pero no aceptó el cargo, creyendo que su
elección no era legal según el orden de la sucesión.16 Su renuncia no fue
admitida sino hasta el 2 de marzo de 1835, frente a su insistencia; durante ese
período estaba ejerciendo el Poder Ejecutivo el Vicejefe José María Silva, electo
junto con Herrera.
Diputado y Vicepresidente de la Asamblea
Constituyente de 1838
En 1838 fue electo
Diputado por el Distrito de Nacaome y Vicepresidente de la
Asamblea Constituyente. El 12 de noviembre de 1838 la Asamblea
se pronunció a favor de la separación de Honduras de la República Federal de
Centro América, en contra de la voluntad de Herrera.8
Con la proclamación
de la segunda Constitución de Honduras (11 de enero de 1839) Herrera se retiró de la política.
Su vida y muerte en El Salvador
En diciembre de 1849 se
trasladó junto con su familia a El Salvador, donde
trabajó como maestro de la escuela primaria en la ciudad de San Salvador.
El 30 de mayo de 1850 dictó su testamento y el 13 de junio del mismo año
falleció en la misma ciudad. Desde 1897 sus restos descansan
en la Iglesia El Rosario.
Homenaje y patrimonio
Dionisio Herrera es
honrado altamente hasta hoy, sobre todo en Honduras, su Patria. Entre otras cosas,
una de las máximas condecoraciones estatales del país es la "Orden
Dionisio de Herrera", y su imagen aparece en el billete de 20 lempiras. Además,
llevan su nombre múltiples calles, lugares y escuelas. Su casa natal en
Choluteca forma parte del patrimonio cultural nacional.
Jose
trinidad reyes
El Padre José Trinidad
Reyes y Sevilla (11 de junio de 1797 - † 20 de septiembre de 1855) es considerado prócer de Honduras y es el fundador de la
Universidad Autónoma de Honduras, usada anteriormente como Casa de Gobierno
"La Sociedad del Genio Emprendedor y del Buen Gusto".
Fue un luchador contra la pobreza
y sus causas, asistiendo a los pobres e insistiendo en su derecho a la
educación no sólo en asuntos de la fe, sino también en asuntos seculares como
la cultura y las ciencias.
Como aportes a la cultura
escribió varias pastorelas, reconstruidas por Rómulo Ernesto Durón, las cuales son las primeras
manifestaciones teatrales en Centro América, y cuya representación de las
mismas, estableció los cimientos en Honduras para la posterior aparición
del teatro. Estas pastorelas eran
presentadas por el Padre Reyes en las iglesias de Tegucigalpa, una de estas es Navidad
Nuestra, que con el tiempo se ha convertido en un clásico del teatro
hondureño contemporáneo por su mezcla armoniosa de las diferentes tradiciones
presentes en la Navidad hondureña.
Reyes fue un polemista a favor de
los derechos de la mujer, esto se ve reflejado en sus pastorelas, donde los
personajes femeninos son mujeres con mucha voz. Es célebre un escrito suyo
aparecido con el seudónimo de Sofía Seyers, el cual es todo un manifiesto feminista, donde Reyes aboga porque se
cumpla en las mujeres el derecho más elemental de la educación. Muchas de las
ideas expresadas por Reyes en ese artículo están inspiradas en las socialistas
francesas y en las ideas ilustradas de la Revolución francesa, de las que el padre Reyes en su
faceta política fue un gran divulgador.
Reyes tuvo un talante afín a
la Ilustración, a lo mejor del humanismo y al arte religioso.
Él estaba convencido de la importancia de las artes (del teatro en particular) como instrumentos para civilizar y hacer progresar a las naciones. Durante su vida en Tegucigalpa libró grandes batallas contra los excesos del fanatismo y la superstición política y religiosa.
Él estaba convencido de la importancia de las artes (del teatro en particular) como instrumentos para civilizar y hacer progresar a las naciones. Durante su vida en Tegucigalpa libró grandes batallas contra los excesos del fanatismo y la superstición política y religiosa.
José Trinidad Reyes y
Sevilla nació el 11 de junio de 1797 en la
cuidad de San Miguel, Tegucigalpa, es hijo
legítimo de Felipe Santiago de Reyes —honrado profesor de música, quien le
instruyó en lo básico de la materia— y de doña María Francisca Sevilla.
Fue bautizado el 14 de junio del mismo año, a los 3 días de nacido, por el Reverendo Padre Fray Nicolás Hermosilla, y su madrina fue doña María Josefa Araurrenechea. En su partida de bautismo se lee el su nombre completo; Juan José Sahagún de la Santísima Trinidad.
Fue bautizado el 14 de junio del mismo año, a los 3 días de nacido, por el Reverendo Padre Fray Nicolás Hermosilla, y su madrina fue doña María Josefa Araurrenechea. En su partida de bautismo se lee el su nombre completo; Juan José Sahagún de la Santísima Trinidad.
En 1804 ingresó a
una escuela privada de Tegucigalpa y comenzó a aprender
la lectura y la doctrina de la fe católica con la señorita
Gómez, una de las llamadas “las maestras”.
En 1812, a la edad de quince años, aprendió
la lengua latina gracias al fraile
Juan Altamirano, del convento de Nuestra Señora de las Mercedes, también
recibió clases de dibujo bajo la dirección de don Rafael U. Martínez, pintor
guatemalteco radicado en Honduras, así como
clases de música.
El 20 de enero de 1815, sale de Tegucigalpa rumbo a la
ciudad de León, en Nicaragua, con el
fin de avanzar en sus estudios, bajo la guardia de un labrador del barrio de La
Plazuela, llamado Miguel Álvarez, y acompañado de los devotos que iban en
romería al pueblo El Viejo, de la ciudad de León.
Estando allí, obtuvo un título de Bachiller en Filosofía, Teología y Derecho Canónico y, mientras estudiaba, un puesto de ayudante del Maestro de Capilla en la catedral de León, donde perfeccionó sus conocimientos en música.
Estando allí, obtuvo un título de Bachiller en Filosofía, Teología y Derecho Canónico y, mientras estudiaba, un puesto de ayudante del Maestro de Capilla en la catedral de León, donde perfeccionó sus conocimientos en música.
En 1819 entra como
novicio al Convento de los Recoletos de León, y se ordena de Menor. Luego, en 1820, se ordena de Subdiácono en el mismo
convento.
[editar]Vida como diácono y
presbítero
En 1822 comienzan
con su profesión religiosa, diácono y presbítero,
recibiendo las órdenes del Obispo de la ciudad, García
Jerez.
En 1825, debido a la guerra civil desatada en Nicaragua, los
Recoleto fueron expulsados y se vieron obligados a ir a Guatemala. Allí,
Reyes, estudió los clásicos griegos y latinos; a los dramaturgos españoles Lope de Vega y Calderón de la Barca y reconoció algunas
piezas teatrales traídas de México, en
especial de Oaxaca y Chiapas, además
también finalizó su formación humanista y religiosa.
En 1828, con permiso de sus superiores, Reyes
regresó a Honduras para pasar una
temporada cerca de su familia. Pasó por la ciudad de Chiquimula y se detuvo en
Esquipulas; donde se cuenta que perdió el sentido de la vista, sanado a los
pocos días. La tarde del 13 de julio del mismo año, llegó a la vecina villa,
llamada La Concepción o Comayagüela y al día siguiente celebró su primera misa,
llevada a cabo iglesia de La Concepción.
Imposibilitado para regresar a Guatemala, se instaló el desocupado Convento de Nuestra Señora de la Mercedes, ubicado en Tegucigalpa, «que había de ser hasta su muerte, su habitual vivienda», como dice su connotado biógrafo, Ramón Rosa, quien también comenta «Lo que fue una desgracia para las órdenes religiosas resultó una fortuna para Honduras».
Imposibilitado para regresar a Guatemala, se instaló el desocupado Convento de Nuestra Señora de la Mercedes, ubicado en Tegucigalpa, «que había de ser hasta su muerte, su habitual vivienda», como dice su connotado biógrafo, Ramón Rosa, quien también comenta «Lo que fue una desgracia para las órdenes religiosas resultó una fortuna para Honduras».
En 1830 Escribió
en verso, una felicitación de cumpleaños al General don Francisco Morazán, entonces
presidente de Centro América.
En 1835 reedificó
la capilla del templo de La Merced y los templos de San Francisco y de El
Calvario. También edificó los pequeños templos de Las Casitas, el templo de
Soraguara y el de Suyapa, ya esta último famosa por su pequeña virgen. También
ayudó al señor don Antonio Tranquilino de la Rosa, en su obra de reparación de
la iglesia Parroquial de Tegucigalpa, que estaba en ruinas debido a los
sacudimientos terrestres de 1809.
En febrero de 1837 pronunció
un sermón panegírico con motivo de la restauración de la Iglesia Parroquial de
Tegucigalpa, donde estrenó su misa: "El Tancredo". El mismo año,
debido a la ayuda y consolación que brindaba a las víctimas del cólera asiático, sufrió un
ataque de este, pero logró salvarse, después de «estar entre la vida y la
muerte», según Ramón Rosa.
en 1838 Escribió
su Segunda Pastorela, llamada Micol,
dedicada a las señoritas Juana y Rafaela Robelo. Anteriormente ya había escrito Noemí que, según fuentes fidedignas, es la
más antigua de todas, escrita entre 1828 y este año.
En 1841 estrenó en Tegucigalpa su pastorela Micol.
En 1842 fue propuesto en la nómina de candidatos eclesiásticos para ocupar el obispado de Honduras. Fue nombrado, sin embargo, el presbítero don Francisco de Paula Campoy y Pérez, que había sido antes Vicario Departamental de Gracias. Se han rebatido, con pruebas fehacientes, los argumentos del doctor Ramón Rosa, quien asegura que el Padre Reyes fue nombrado Obispode Honduras por Gregorio XVI.
En 1842 fue propuesto en la nómina de candidatos eclesiásticos para ocupar el obispado de Honduras. Fue nombrado, sin embargo, el presbítero don Francisco de Paula Campoy y Pérez, que había sido antes Vicario Departamental de Gracias. Se han rebatido, con pruebas fehacientes, los argumentos del doctor Ramón Rosa, quien asegura que el Padre Reyes fue nombrado Obispode Honduras por Gregorio XVI.
En 1845 viajó a la
ciudad de Comayagua, en donde
trató al recientemente consagrado Obispo de Honduras, Campoy y Pérez. Ramón
Rosa afirma que el Padre Reyes se hallaba en esa ciudad en calidad de detenido
por orden del General Francisco Ferrera.
El 14 de diciembre de este año, se instaló en la Casa de Gobierno, la llamada "Sociedad del Genio Emprendedor y del Buen Gusto", cuna de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y de la cual el Padre Reyes era rector y fundador. Reyes, en calidad de rector, pronuncia en esta ocasión un elocuente discurso de inauguración, cuyo texto lo ha rescatado el venerado maestro Esteban Guardiola en su historia de la universidad de Honduras.
El 14 de diciembre de este año, se instaló en la Casa de Gobierno, la llamada "Sociedad del Genio Emprendedor y del Buen Gusto", cuna de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y de la cual el Padre Reyes era rector y fundador. Reyes, en calidad de rector, pronuncia en esta ocasión un elocuente discurso de inauguración, cuyo texto lo ha rescatado el venerado maestro Esteban Guardiola en su historia de la universidad de Honduras.
Retrato
del Padre José Trinidad Reyes, hecho por Teresa de Fortín, ubicado en la
Galería Nacional de Arte.
En 1846 se
encuentra nuevamente en Comayagua, donde
escribe el 23 de mayo, su Elegía
al General don Francisco Ferrera, en la muerte de su hijo Fulgencio. Esta
composición demuestra, relativamente, que no existía alguna enemistad con el
General Francisco Ferrera, al
contrario, el texto prueba una reconocida familiaridad.
En junio de 1847, muere en Tegucigalpa la madre de Reyes,
por la cual Reyes nuevamente asiste a dicha ciudad.
El 19 de septiembre, Reyes, inauguró la Universidad de Honduras, presidiendo el acto con el Jefe de Estado don Juan Lindo y el Obispo Campoy y Pérez. Este mismo año, organizó la primera Biblioteca de Honduras, llamada Biblioteca de la Academia y hace funcionar la primera Imprenta al país (también llamada Imprenta de la Academia) que fue traída por el General Francisco Morazán en 1829. También, Reyes trajó el primer piano a la ciudad de Tegucigalpa, el cual se cree que se encontraba en el municipio de Ojojona, y era propiedad de la familia Díaz Zelaya, pues no está comprobado históricamente.
Este año escribió uno de sus conocidos Cuando…, composiciones satíricas y llenas de familiar humor. De estas composiciones sólo se conservan dos ejemplares, escritos en décimas octosílabas y que terminan con la exclamación “cuando”.
El 19 de septiembre, Reyes, inauguró la Universidad de Honduras, presidiendo el acto con el Jefe de Estado don Juan Lindo y el Obispo Campoy y Pérez. Este mismo año, organizó la primera Biblioteca de Honduras, llamada Biblioteca de la Academia y hace funcionar la primera Imprenta al país (también llamada Imprenta de la Academia) que fue traída por el General Francisco Morazán en 1829. También, Reyes trajó el primer piano a la ciudad de Tegucigalpa, el cual se cree que se encontraba en el municipio de Ojojona, y era propiedad de la familia Díaz Zelaya, pues no está comprobado históricamente.
Este año escribió uno de sus conocidos Cuando…, composiciones satíricas y llenas de familiar humor. De estas composiciones sólo se conservan dos ejemplares, escritos en décimas octosílabas y que terminan con la exclamación “cuando”.
En 1848 escribió,
en una invitación que le hicieron los estudiantes a la sociedad de Tegucigalpa,
su conocida: "Invitación para el paseo a la laguna", fechada el 9 de
febrero.
El 16 de abril de 1850 Reyes
escribió su poema Honduras,
que consta de seis octavas en decasílabos y está dedicado a los señores
generales don Gerardo Barrios, don Trinidad Cabañas, y a
todos los soldados, oficiales y jefes de El Salvador y Honduras.
El 29 de septiembre del mismo año escribió su poema A la independencia, que consta de siete octavas en decasílabos, y un cuarteto del mismo autor, como epígrafe.
El 29 de septiembre del mismo año escribió su poema A la independencia, que consta de siete octavas en decasílabos, y un cuarteto del mismo autor, como epígrafe.
El 2 de febrero de 1851, día de la Candelaria, estrenó
su Pastorela Elisa,
dedicada a las señoritas Juana y Jerónima Godoy. La estrenaron las señoritas
Teodora González, después de Vigil y don Juan Ramón Pereda.
Para entonces ya había escrito y estrenado sus Pastorelas: Neftalia, Selfa y Rubenia. La primera fue dedicada a las señoritas María e Isidora Reyes, la cual fue escogida para el papel de Séfora. Las otras dos pastorelas fueron dedicadas a las señoritas Manuela Vega, después de Ugarte; a Juana Velásquez, después de Bonilla y a Maclovia Bonilla, después de Dávila.
Este año también preparó su Pastorela Albano, que dedicó a la señorita Raimunda Milla, cuyo estreno estaba anunciado para 1851, pero que finalmente sólo quedó ensayada. «No se representó porque fue anunciado que apedrearían a los pastores debido a las alusiones a ciertos personajes políticos. Otros afirman que no obstante la amenaza, se dio la representación», Esto diceRamón Rosa.
Para entonces ya había escrito y estrenado sus Pastorelas: Neftalia, Selfa y Rubenia. La primera fue dedicada a las señoritas María e Isidora Reyes, la cual fue escogida para el papel de Séfora. Las otras dos pastorelas fueron dedicadas a las señoritas Manuela Vega, después de Ugarte; a Juana Velásquez, después de Bonilla y a Maclovia Bonilla, después de Dávila.
Este año también preparó su Pastorela Albano, que dedicó a la señorita Raimunda Milla, cuyo estreno estaba anunciado para 1851, pero que finalmente sólo quedó ensayada. «No se representó porque fue anunciado que apedrearían a los pastores debido a las alusiones a ciertos personajes políticos. Otros afirman que no obstante la amenaza, se dio la representación», Esto diceRamón Rosa.
El 15 de septiembre
de 1852 dio su Discurso Político-Religioso en la inauguración del Congreso Centro
Americano, reunido en Tegucigalpa, en el
cual figuró en primera línea, como diputado de la nación. el 10 de octubre
escribió y dió a conocer para dicha ocasión su llamada octavas a los diputados del
congreso nacional constituyente.
El 10 de septiembre
de 1853 escribió
su Canto Elegíaco, a la
muerte del señor Obispo don Jorge Viteri y Ungo,
[editar]Muerte
A principios de 1855, Reyes comenzó a enfermarse del
estómago y fue atendido por los doctores don Máximo Soto y don Hipólito Matute.
Este año publicó sus Lecciones
elementales de Física, que en el mes de marzo, con la Imprenta de la
Academia, se convirtió en libro de texto para la juventud de la época.
Antes del mes de junio, emprendió un viaje a la ciudad de Comayagua, «a visitar al ilustrísimo señor Obispo, don Hipólito Casiano Flores, que había venido de consagrarse de El Salvador, y a quien acompañó en su primera Misa Pontificial», dice Ramón Rosa.
Próximo a morir, escribió su pastorela más lograda poéticamente, Olimpia, nombre que probablemente está inspirado en la feminista francesa Olimpia de Gouges, asesinada durante la Revolución Francesa por su lucha por la igualdad entre hombres y mujeres, pues Reyes defendía los derechos de la mujer. Esta obra fue dedicada a la señorita Trinidad Boquín.
Se retiró al campo, a la vecina aldea de Soroguara —posiblemente a fines de julio para recuperar su salud y regresó a fines de agosto a Tegucigalpa, donde, permaneció en el lecho desde mediados de septiembre hasta su muerte el 20 de este mes, a las diez de la mañana, rodeado de sus discípulos y familiares, en la pieza que hoy ocupa el Archivo Nacional y que da al tras patio del edificio. Sus restos están sepultados en el presbiterio de la Iglesia Parroquial, en el lado norte.
Antes del mes de junio, emprendió un viaje a la ciudad de Comayagua, «a visitar al ilustrísimo señor Obispo, don Hipólito Casiano Flores, que había venido de consagrarse de El Salvador, y a quien acompañó en su primera Misa Pontificial», dice Ramón Rosa.
Próximo a morir, escribió su pastorela más lograda poéticamente, Olimpia, nombre que probablemente está inspirado en la feminista francesa Olimpia de Gouges, asesinada durante la Revolución Francesa por su lucha por la igualdad entre hombres y mujeres, pues Reyes defendía los derechos de la mujer. Esta obra fue dedicada a la señorita Trinidad Boquín.
Se retiró al campo, a la vecina aldea de Soroguara —posiblemente a fines de julio para recuperar su salud y regresó a fines de agosto a Tegucigalpa, donde, permaneció en el lecho desde mediados de septiembre hasta su muerte el 20 de este mes, a las diez de la mañana, rodeado de sus discípulos y familiares, en la pieza que hoy ocupa el Archivo Nacional y que da al tras patio del edificio. Sus restos están sepultados en el presbiterio de la Iglesia Parroquial, en el lado norte.
Lempira
(cacique lenca)
Lempira (m. 1537) fue un capitán de guerra
del pueblo de los lencas que luchó contra los españoles durante la década de 1530, en los documentos escritos
durante la conquista española, es mencionado con
el nombre de El Lempira.
Era un indígena de origen Lenca,
de mediana estatura, de espalda ancha y de gruesos miembros. Era bravo y desde
muy joven mostró gran valor, sentía un amor entrañable por su pueblo, su
tierra, sus leyes y sus costumbres.
El nombre Lempira, según
sostienen Jorge Lardé y Larín, proviene de la palabra Lempaera,
que a su vez procede de dos vocablos de la lengua lenca: de lempa,
que significa "señor" —título de alte dignidad o jerarquía—, y
de era, que significa “cerro o sierra”. Así pues, Lempira, vendría
a significar “Señor de la sierra” o “Señor del cerro”.
Lempira fue comisionado por Entepica para
que organizara la resistencia a la penetración de las tropas españolas en 1537, teniendo como base el cerro
de Cerquín. Cuando los españoles llegaron a
Cerquín, Lempira se encontraba luchando contra caciques vecinos, pero debido a
esta amenaza, Lempira se alió con el subgrupo lenca de los Cares y
consiguió reunir un ejército de casi 30.000 soldados, procedentes de 200
pueblos.
Debido a ello, otros grupos se
alzaron también en armas en el valle de Comayagua, en Olancho. Los intentos españoles para
derrotarles, dirigidos por Francisco de Montejo y su lugarteniente, Alonso de Cáceres, resultaron infructuosos antes
de 1537.
Con
la muerte de Lempira se consolidó el dominio territorial español sobre la
región central y occidental de Honduras y se fundaron nuevos poblados, entre
ellos, Gracias, en 1539. Historia
Tradicional de la Muerte de Lempira
En la versión
tradicional, que se basa en la obra del cronista Antonio de Herrera y Tordesillas, Historia general de los hechos de
los castellanos en las islas y en tierra firme del mar Océano.
Herrera afirma que Lempira murió a traición. Los españoles lo convencieron para que aceptara encontrarse con dos representantes de Alonso de Cáceres para negociar la paz. Durante la reunión, un arcabucero disparó a Lempira repetidas veces desde un caballo, lo que puso fin a la vida del héroe Lenca.
Herrera afirma que Lempira murió a traición. Los españoles lo convencieron para que aceptara encontrarse con dos representantes de Alonso de Cáceres para negociar la paz. Durante la reunión, un arcabucero disparó a Lempira repetidas veces desde un caballo, lo que puso fin a la vida del héroe Lenca.
[editar]Historia en el
Archivo General de Indias
Existe otra versión
sobre la muerte de Lempira, encontrada en la Probanza
de Méritos, un documento redactado en México en 1558 por
Rodrigo Ruiz, y descubierto por Mario Felipe Martínez Castillo en el Archivo
General de Indias de Sevilla.
Este documento trata
del servicio de Rodrigo Ruiz en la conquista de Honduras con Francisco de Montejo, y afirma
que el capitán "El Empira", murió en combate con Ruiz en medio de un
"guazavara" (algazara o batalla inesperada) y después, Ruiz le cortó
la cabeza como prueba fehaciente de la muerte de Lempira. El texto incluyen
como testigos a Alonso de Maldonado yCatalina de Montejo.
La moneda nacional de Honduras recibió el nombre del caudillo, el lempira (código ISO
4217: HNL). También
conmemora al héroe lenca la ciudad de Puerto Lempira, capital del departamento hondureño de Gracias
a Dios, así como el ya citado
departamento de Lempira.
Francisco Morazán
Francisco
Morazán Quezada (Tegucigalpa, 3 de octubre de 1792 – San José de Costa Rica, 15 de septiembre de 1842)1 2 fue un militar ypolítico que gobernó a la República Federal de Centro América durante el turbulento
periodo de 1827 a 1842.
Saltó a la fama luego de su
victoria en la legendaria Batalla de La Trinidad, el 11 de noviembre de 1827.3 Desde entonces, y hasta su muerte en1842, Morazán dominó la escena
política y militar de Centroamérica.
En el ámbito político, Francisco
Morazán fue reconocido como un gran pensador y visionario. Intentó transformar
a Centroamérica en una nación grande y progresista. Durante su gestión como
mandatario de la República Federal, Morazán promulgó las reformas liberales,
las cuales incluyeron: la educación, libertad de prensa y de religión entre otras.4 Además limitó el poder de la Iglesia Católica
con la abolición del diezmo de parte del gobierno y la separación del
Estado y la Iglesia.5
Con estas reformas Morazán se
ganó enemigos poderosos, y su período de gobierno estuvo marcado por amargas
luchas internas entre liberales yconservadores.5 Sin embargo, a través de su capacidad militar,
Morazán se mantuvo firme en el poder hasta 1837, cuando la República Federal se fracturó
irrevocablemente. Esto fue explotado por la Iglesia y los líderes
conservadores, que se unieron bajo el liderazgo de Rafael Carrera, y, con el fin de proteger sus
propios intereses, terminaron por dividir a Centroamérica en cinco estados.
Primeros años y su educación
José Francisco Morazán Quezada nació el 3 de octubre de 1792 en Tegucigalpa, entonces
parte de la Intendencia
de Comayagua, Capitanía General de Guatemala, durante
los últimos años del dominio de la colonia española. Sus padres fueron Eusebio
Morazán Alemán y Guadalupe Quezada Borjas, ambos miembros de una familia
criolla de clase alta dedicada al comercio y la agricultura.7 Sus abuelos fueron:
Juan Bautista Morazán, emigrante corso,8 y María Borjas
Alvarenga.7 Trece días después de
su nacimiento, Morazán fue bautizado en la iglesia de San Miguel Arcángel, por
el padre Juan Francisco Márquez.
Francisco Morazán fue
en su mayor parte un hombre autodidacta.9 En 1804, sus padres
aprovecharon la apertura de una escuela católica en el pueblo de San Francisco
donde enviaron al joven José Francisco.10 Según el historiador Ramón Rosa, Morazán
«tuvo la desgracia de nacer [...] en esa época triste de aislamiento y la
oscuridad total en que Honduras carecía de escuelas. [...] Morazán pues, tuvo
que aprender sus primeras letras, lectura, escritura, las reglas elementales de
la Aritmética en escuelas privadas de pésima organización y sostenidas con una
especie de contribución que aprestaban los padres de familia».11 Las enseñanzas que
recibió fueron a través de fray Santiago Gabrielino, nombrado instructor
religioso a la de Guatemala el sacerdote José
Antonio Murga.
En 1808, José
Francisco se trasladó junto a su familia a Morocelí.12 Allí trabajó en los
terrenos heredados por Don Eusebio Morazán. Además, tuvo la oportunidad de
laborar como empleado de la alcaldía. En 1813 la familia se mudó de regreso a Tegucigalpa.
Una vez allí, el Sr. Eusebio puso a su hijo bajo la tutoría de León Vásquez,
quien le enseñó derecho civil, proceso penal y notariado. Al mismo tiempo, tuvo
la oportunidad de aprender a leer francés en la biblioteca de su tío político, Dionisio de Herrera, lo cual
le permitió familiarizarse con las obras de Montesquieu, el
contrato social de Jean-Jacques
Rousseau, la Revolución francesa, la
historia de Europa, así como las biografías de los líderes griegos y romanos.
Esta dedicación y espíritu de superación, llevó de vez en cuando a José
Francisco a destacar en su ciudad natal, donde llegó a representar los
intereses de algunas personas ante el tribunal colonial.13
[editar]Matrimonio y familia
Francisco Morazán se
casó con María Josefa Lastiri en la Catedral de
Comayagua el
30 de diciembre de 1825. De este matrimonio nació en San Salvador Adela
Morazán Lastiri en 1838: la única hija de Morazán. María Josefa pertenecía a
una de las familias más ricas de la provincia de Honduras. Su padre fue el
comerciante español Juan Miguel Lastiri, quien jugó un papel importante en el
desarrollo comercial de Tegucigalpa. Su madre fue Margarita Lozano, miembro de
una poderosa familia criolla en la ciudad. María Josefa era una viuda quien se
había casado primeramente con el terrateniente Esteban Travieso, con quien
procreó 4 hijos. A su muerte, Lastiri heredó una fortuna. La herencia de
María Josefa y el nuevo círculo de amigos poderosos e influyentes, que salieron
de este matrimonio, ayudaron en levantar en gran medida los negocios del propio
Morazán, y por lo consiguiente sus proyectos políticos.
Fuera de su
matrimonio, Francisco Morazán fue padre de un hijo, Francisco Morazán Moncada,
quien nació el 4 de octubre de 1827 de la relación del general con
Francisca de Moncada, hija de un conocido político nicaragüense llamado
Liberato Moncada. Francisco Morazán hijo vivió en la casa del matrimonio
Morazán-Lastiri, y acompañó a su padre en Guatemala, El Salvador, Panamá, Perú
y finalmente en Costa Rica. Después de la muerte de su padre, Francisco Morazán
Moncada se radicó en Chinandega
(Nicaragua), donde se dedicó a la agricultura. Murió en
1904, a los 77 años de edad. El general Morazán también tuvo un hijo
adoptivo llamado José Antonio Ruiz. Él era el hijo legítimo de Eusebio Ruiz y
la dama guatemalteca Rita Zelayandía, quien entregó a su hijo al general
Morazán, cuando el muchacho tenía solamente 14 años de edad. José Antonio
acompañó a su padre adoptivo en las varias acciones militares y se convirtió en
un general de brigada. Murió en Tegucigalpa en 1883.13
[editar]Inicios de su carrera política y militar
La Capitanía General
de Guatemala se independizó de España en 1821.14 Fue en ese entonces
cuando Francisco Morazán comenzó a tomar parte activa en la política. Trabajó
en el ayuntamiento de Tegucigalpa, donde se desempeñaba como secretario del
alcalde Narciso Mallol y como defensor de
oficio en casos judiciales en materia civil y criminal, entre otras cosas. Esto
le permitió a Morazán llegar a adquirir un gran conocimiento de la estructura y
funcionamiento de la administración pública de la provincia. Así también le
permitió entrar en contacto cercano con los problemas de la sociedad colonial.4
El 28 de noviembre de
1821 llegó a Guatemala una nota del general Agustín de Iturbide sugiriendo que el
Reino de Guatemala, y el Virreinato de México, formaran un gran imperio bajo el Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba.15 La Junta Provisional
Consultiva declaró que esta no era una orden inmediata para tomar tal
determinación, sino una opción; por lo que era necesario explorar la voluntad y
escuchar la opinión del pueblo de Centroamérica.16 Con esta idea, se
celebraron cabildos abiertos en diferentes partes del Reino, ya que la nueva
forma de gobierno debía ser decidida por el congreso que se reuniría en 1822.15
La cuestión de la
anexión a México provocó divisiones al interior de cada una de las provincias
dado que unas ciudades estaban a favor de ésta y otras en contra. En Honduras,
por ejemplo,Comayagua ―a través de su
gobernador José Tinoco de Contreras― se pronunció a favor de la anexión; pero
Tegucigalpa, la segunda ciudad más importante de la provincia se opuso a la
idea de la misma.15 Esto provocó que Tinoco
tomara acciones represivas contra las autoridades de esa ciudad. Ante esta
situación se organizó en Tegucigalpa un ejército de voluntarios, con el fin de
contrarrestar la agresividad de Tinoco y defender su independencia. Fue durante
estos acontecimientos que Francisco Morazán se enlistó como voluntario, al
servicio de las autoridades de Tegucigalpa. Fue designado como capitán de una
de las compañías, por decisión de los jefes oficiales que organizaron las
milicias. Así comenzó la vida militar de Morazán y su lucha contra los
intereses conservadores.17
Tegucigalpa, sin
embargo, no pudo mantener su oposición, y se vio obligada a reconocer su
anexión a México el 22 de agosto de 1822. La anexión al Imperio Mexicano de Agustín de
Iturbide duró poco, porque este abdicó el 19 de marzo de 1823, y el 1 de julio
de ese mismo año, Centroamérica proclamó su independencia definitiva, y se
convirtió en las Provincias Unidas del Centro de América.18 Posteriormente, el 28
de septiembre de 1824, Francisco Morazán fue nombrado secretario general del
gobierno de su tío político y primer jefe de Estado de Honduras, Dionisio Herrera. Esto fue
hasta 1826, cuando se convirtió en presidente del Consejo Representativo.
Antecedentes
de la republica
Luego de la independencia de Centroamérica de España en 1821, y su posterior emancipación
absoluta del 1 de julio de 1823, la nación centroamericana quedó
finalmente libre e independiente. Esta nueva nación pasó a llamarse Provincias Unidas de Centroamérica, y quedó conformada por los
estados de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica.16 Al año siguiente, el
Congreso Constituyente se reunió en la Ciudad de Guatemala con el objetivo de decidir
cual sería el sistema de gobierno a través del cual se regirían los destinos de
la joven nación. En la mesa de debates se presentaron dos propuestas
diferentes:
§
Los liberales apostaban por un
gobierno federalista, influenciado por la Constitución de los Estados Unidos (de 1787) y por la de Cádiz (de 1812).16
Este tipo de gobierno le daba a
cada Estado mayor independencia o autonomía de
administrarse y de crear sus propias leyes y reformas, entre otras cosas; pero
siempre bajo la supervisión del Gobierno Federal, garante de una Constitución.
§
Los conservadores, por otro lado, se inclinaron por
un gobierno centralista. A través de este sistema, deseaban un centro de
control y administración único. En este sistema, las decisiones y leyes eran
adoptadas en la capital de la nación y se aplican a todos las demás estados por
igual.
§
Después de debatir las dos propuestas, los
liberales, quienes eran mayoría, hicieron valer esta ventaja y ganaron el
derecho de adoptar la 'tesis federalista', ante el descontento de los
conservadores.
Posteriormente, el 22 de noviembre de 1824, bajo el lema «Dios, Unión y
Libertad», la Constitución fue aprobada y la nación pasó a llamarse República Federal de Centroamérica.16 Bajo la nueva Constitución,
resultó electo presidente Manuel
José Arce del Partido Liberal, quien prometió transformar la economía y la
sociedad centroamericana a través de sus reformas liberales, pero a los pocos
meses, Arce se encontró con una gran oposición por parte de los conservadores,
quienes por su influencia social y enorme poder económico, no permitieron
ningún tipo de avance en sus programas de gobierno, al estar convencido de sus
limitaciones. Arce terminó por abandonar sus programas de gobierno y decidió
aliarse con el partido de la oposición. Esta nueva posición de Arce, le dio a
los conservadores el control del gobierno federal casi por completo.
PolíticaFrancisco Morazán ganó el voto popular de la
elección presidencial de 1830, en contra del retador moderado José del Valle. El nuevo presidente tomó posesión el 16 de
septiembre. En su discurso inaugural, declaró: «El Pueblo soberano me manda
colocarme en el más peligroso de sus destinos. Debo obedecer y cumplir el
solemne juramento que acabó de prestar. Ofrezco sostener la Constitución
Federal que he defendido como soldado y como ciudadano».4
Con Francisco Morazán
como presidente y con su apoyo hacia los gobernadores, los liberales habían
consolidado el poder. De esta forma, el nuevo mandatario y sus aliados se
ubicaron en una posición inmejorable para implementar sus reformas, las cuales
estaban inspiradas en la filosofía de lailustración. A través
de estas, el presidente intentaria desmantelar en Centroamérica lo que él
consideraba eran instituciones arcaicas25 heredadas de la época
colonial ya que solo habían contribuido al atraso en la región. Según el
viajero John Stephens Lloyd, el general Morazán
deseaba para su pueblo una sociedad basada en la educación universal, libertad
religiosa e igualdad social y política.26
En 1831, Morazán y el
gobernador Mariano Gálvez convirtieron a
Guatemala en un laboratorio político. Se supervisó la construcción de escuelas
y carreteras,27 se promulgaron
políticas de libre comercio; fue invitado el capital extranjero y los
inmigrantes; se permitió el matrimonio, el divorcio secular y la libertad de
expresión; se pusieron a disposición las tierras públicas para la expansión de
la cochinilla; fue separada la Iglesia del Estado; los diezmos fueron abolidos;
se proclamó la libertad de religión; los bienes eclesiásticos fueron
confiscados, se suprimieron las órdenes religiosas, y se le retiró a la iglesia
el control que tenía sobre la educación,25 entre otras
políticas.
Con la implementación
de estas medidas revolucionarias,28 Morazán se convirtió
―según el escritor Adalberto Santana― en el primer mandatario de América Latina
que aplicó a su gestión un pensamiento liberal.29 Ello asestó un duro
golpe al corazón de la oligarquía guatemalteca. Pero más importante aún, se
despojó al clero español de sus privilegios, y redujo su poder.
De acuerdo a la
escritora María Wilhelmine Williams: "Las razones inmediatas para la
diferentes promulgaciones variaban. Algunas leyes estaban destinadas a proteger
el estado del clero... Otras apuntaban a ayudar a recuperar el tesoro público,
y, al mismo tiempo, barrer con el privilegio aristocrático; mientras que otra
legislación ―en especial las últimas― fue promulgada para castigar la oposición
a hechos anteriores e intrigas contra el gobierno", cuando Francisco
Morazán llegó al poder.30 En aquel entonces, el
general tuvo que expulsar del país al Arzobispo Ramón Casaus y Torres y otros
miembros de las órdenes monásticas, ya que estaban bajo sospecha de oponerse a
la independencia. Durante la guerra civil, los líderes religiosos habían usado
su influencia en contra del general y del partido liberal. También se habían
opuesto a las reformas, en particular a los que tenían que ver con la educación
universal, la cual los liberales estaban decididos a implementar a cualquier
costo.30
En marzo de 1832,
estalló otro conflicto en El Salvador. El jefe de Estado José María Cornejo se
había rebelado en contra de algunos decretos federales, lo que obligó al
presidente Morazán a actuar de inmediato. El comandante en jefe a la cabeza de
las tropas federales marcharon a El Salvador donde vencieron al ejército del
jefe Cornejo el 14 de marzo de 1832. El 28 del mismo mes, Morazán había ocupado
San Salvador. A partir de entonces, comenzaron los rumores sobre la necesidad
de reformar la Constitución.23
[editar]Periodo 1834-1838
En 1834, a petición
del gobernador Mariano Gálvez, el general Morazán trasladó la capital de la
República Federal a Sonsonate y posteriormente a San Salvador.23 El mismo año, habían
terminado los primeros cuatro años de la presidencia de Francisco Morazán. De
acuerdo a la constitución de 1824, nuevas elecciones debían celebrarse con el
fin de elegir al próximo presidente. El moderado José Cecilio del Valle se
presentó en contra de el presidente en ejercicio Francisco Morazán. Por este
motivo, el general depositó la presidencia en Gregorio Salazar, para que el
Congreso federal verificase la imparcialidad de la elección.
Cuando todos los
votos fueron contados, José del Valle derrotó a Francisco Morazán.23 El resultado de las
elecciones federales demostraron una fuerte oposición popular a las reformas
liberales. Valle, sin embargo, murió antes de asumir el cargo. La mayoría de
historiadores coinciden en que si Valle no hubiese fallecido, él pudo haber
creado un gobierno de conciliación entre las fuerzas de oposición (liberales y
conservadores). Debido a estos hechos, el día 2 de junio, el Congreso Federal
convocó a una nueva elección la cual fue ganada por Francisco Morazán. El 14 de
febrero de 1835 fue juramentado como presidente para un segundo mandato.
En febrero 1837 se
produjeron en Centro América una serie de acontecimientos dramáticos, los
cuales encendieron una revolución la cual culminó con el fin de la Federación.
Una epidemia de cólera31 azotó el estado de
Guatemala dejando aproximadamente 1000 muertos y 3000 infectados con
el virus. La epidemia golpeó especialmente a los pobres y a los indios en las
tierras altas del estado. Ésta se propagó de forma rápida y el gobierno de
Mariano Gálvez con la esperanza de aliviar la situación, envió a los médicos
disponibles, enfermeras, y estudiantes de medicina y los remedios para su
distribución. Pero estas medidas fueron de poca ayuda, porque los indios
continuaban muriendo.
En el momento en que
apareció el cólera, los indios del distrito de Mita, influenciados por sus
sacerdotes, se encontraban furiosos por el sistema de juicio por jurado (incomprensible
para ellos), que el Jefe Gálvez había introducido.32 La iglesia vio todo
esto como una oportunidad de asestarle un golpe al gobierno liberal de Mariano
Gálvez. Los sacerdotes locales difundieron el rumor de que el gobierno había
envenenado los ríos y arroyos con el propósito de aniquilar a la población
indígena.23 Como prueba de ello,
mostraban a los indios una reciente concesión de territorio en Verapaz que se
había hecho a una empresa de colonización británica.30
Los desenfrenados
indios repudiaron a sus supuestos asesinos. Con el cólera extendiéndose,
tomaron las armas, mataron a la gente de raza blanca y a los liberales,
quemaron sus casas, y se prepararon para enfrentar el gobierno de Gálvez quien
envió un ejército para tratar de detener la revuelta. Pero las medidas del
ejército eran tan represivas, que empeoraron las cosas. En junio, Santa Rosa de
Mita se levantó en armas y desde el pueblo deMataquescuintla surgió un nuevo
caudillo de nombre Rafael
Carrera y Turcios. El joven Carrera era analfabeto,30 pero astuto y
carismático, un excriador de puercos que se había convertido en asaltador de
caminos, a quien los rebeldes querían como su líder.
Los sacerdotes
anunciaron a los nativos que Carrera era su ángel protector, que había
descendido de los cielos para tomar venganza sobre los herejes, los liberales y
los extranjeros y para restaurar su dominio antiguo. Idearon varios trucos para
hacerles creer a los indios esta ilusión, los cuales fueron anunciados como
milagros. Entre ellos, una carta fue lanzada desde el techo de una de las
iglesias, en medio de una vasta congregación de indios. Esta carta
supuestamente venía de la Virgen María, la cual comisionaba a Carrera a liderar
una revuelta en contra el gobierno.33
Bajo gritos de «¡Viva
la religión!» y «¡Muerte a los extranjeros!», Carrera y sus fuerzas iniciaron
una guerra contra el gobierno.34 Alentados por estos
acontecimientos los conservadores se unieron a la revuelta. Mientras tanto, el
gobierno de Mariano Gálvez solicitaba ayuda militar al general Morazán.
Para cuando Morazán
arribó a la Ciudad de Guatemala, Gálvez ya había abandonado la jefatura del
estado. El grupo en el poder le otorgó plenos poderes para enfrentar a Rafael
Carrera, asimismo le ofrecieron la presidencia vitalicia, pero Morazán rechazó
esta oferta, porque ello estaba en contra de sus principios liberales. Luego
Morazán hizo un llamado a Carrera a deponer las armas, pero el líder rebelde se
opuso. Carrera fue derrotado y perseguido por Morazán en varias ocasiones,
logrando así pacificar el estado. Pero el general nunca pudo apresar al líder
indígena, ya que este simplemente se retiraba a las montañas y regresaba para
ocupar las posiciones clave tan pronto como las tropas de Morazán salían del estado
de Guatemala.
Para 1838 Morazán
presidia sobre una federación moribunda. El Congreso trató de revivir el
Gobierno Federal otorgándole el control de sus ingresos aduaneros. Pero
Honduras, Nicaragua y Costa Rica se opusieron a ello y utilizaron esta excusa
para abandonar la Unión. La Federación había muerto. El 1 de febrero de 1839,
Morazán había terminado su segundo mandato como presidente constitucional, el
Congreso se había disuelto y no había ninguna base jurídica para nombrar a su
sucesor.23 Al final, la
ignorancia, el poderío de la Iglesia, las amargas luchas internas entre
conservadores y liberales, y la búsqueda de gloria personal,30 fueron las
principales razones de la disolución de la Federación.
[editar]Jefe de Estado de El Salvador
Después de concluido
su segundo mandato como presidente de la República Federal, Morazán se quedó
sin poder político o militar. El 13 de julio de 1839, sin embargo, el general
fue elegido jefe de Estado de El Salvador.35 Cuando Rafael Carrera
y los conservadores de Guatemala se dieron cuenta del nuevo papel que
desempeñaba, decidieron declararle la guerra a El Salvador. El general se había
convertido en la personificación misma de la Federación, él era el cuerpo y
alma de la Constitución de 1824, eliminarlo significaba terminar con cualquier
idea o esperanza que había quedado de la Federación.
Por esa razón, sus
enemigos no deseaban que estuviera al mando de esa nación, ni de ningún otro
Estado centroamericano y se comprometieron a derrotarlo. El 24 de julio de
1839, Nicaragua y Guatemala celebraron un tratado de alianza en contra del
gobierno salvadoreño de Morazán.36 Posteriormente, el 24
de agosto del mismo año, el líder guatemalteco Rafael Carrera y Turcios
llamaría a los salvadoreños a la insurrección popular en contra de su
presidente. Estos llamados provocaron algunos levantamientos, los cuales fueron
aplastados sin mucho esfuerzo por el gobierno.
Al no tener éxito de
forma interna, los enemigos del general formaron un ejército compuesto por
tropas hondureñas y nicaragüenses. El 18 de septiembre de 1839, Morazán se
encontraba en El Salvador para impedir el avance de las huestes de Francisco Ferrera, pero en
San Salvador ocurrió un amotinamiento y la plaza era controlada por Pedro León
Velásquez; los alzados mandaron un mensaje al general en el que amenazaban con
ultimar a su esposa, su hijo Francisco y a la recién nacida Adela si no
capitulaba, pero Morazán respondió con estas memorables palabras:
Los rehenes que mis enemigos tienen
son para mí sagrados y hablan muy alto a mi corazón, pero soy Jefe del Estado y
debo atacar pasando sobre los cadáveres de mis hijos; mas no sobreviviré a tan
terrible desgracia.37
Sin embargo, Morazán
logró retomar San Salvador, mientras que León Velásquez se entregó sin
condiciones y desistió de las amenazas que pesaban sobre la familia del general
quien además le perdonó la vida.37
El 25 de septiembre,
Morazán triunfó en la Batalla de San Pedro Perulapán,38 en la que solo
necesitó de 600 salvadoreños para vencer a los más de 2000 hombres
comandados por los generales Francisco Ferrera, Nicolás de Espinosa y Manuel
Quijano y García. Después de la derrota, los humillados generales y sus tropas
huyeron con rumbo a los estados vecinos, dejando atrás más de trecientos
muertos.24
El 18 de marzo 1840
Morazán hizo un último intento por restaurar la Unión. Reunió unos
1300 hombres y con ellos marchó a Guatemala. Una vez posicionado, Morazán
marchó desde el sur, atacando a los hombres de Carrera ubicados en la capital.
Pero Carrera le había tendido una trampa, pues había sacado la mayor parte de
su propia fuerza fuera de la capital, dejando solo una pequeña guarnición, muy
visible en el interior. De esta manera Morazán y sus hombres acabaron con la
carnada, pero luego se vieron asaltados desde todas las direcciones por las
fuerzas de Carrera compuestas por unos 5000 hombres. Fue una batalla
notoria por su salvajismo y reveló el lado despiadado de Carrera, cuyos hombres
cantaban «Salve Regina», y gritaban «¡Viva Carrera!» y «¡Muerte a Morazán!»39 40
A la mañana
siguiente, Morazán se estaba quedando sin municiones. Luego ordenó un aumento
en el fuego desde tres esquinas de la plaza, con el fin de llamar la atención,
mientras él y algunos de sus oficiales apenas lograban escapar con vida rumbo a
El Salvador. La victoria de Carrera fue decisiva.30 El 4 de abril de
1840, ante una junta de notables, Morazán manifestó su renuncia y su resolución
a salir del país, pues no deseaba causarle más problemas al pueblo salvadoreño.
Exilio a Perú
El 8 de abril de
1840, el general Francisco Morazán tomó el camino del exilio. Partió desde el puerto de La
Libertad (El
Salvador), a bordo de la goletaIzalco acompañado
por 30 de sus más cercanos amigos y veteranos de guerra.36 Al arribar a Puerto Caldera (Costa Rica) solicitó asilo para
23 de sus oficiales, el cual le fue concedido. Siete de ellos continuaron con
el viaje a América del Sur en su compañía. Morazán arribó a Chiriquí, y luego
pasó aDavid, Panamá, donde su
familia le esperaba. Mientras se encontraba en esta localidad, Morazán fue
informado por sus amigos acerca de las terribles persecuciones sufridas por sus
partidarios a manos de Rafael Carrera y otros líderes liberales de América
Central.
Indignado por estos
hechos y por la cadena de insultos y calumnias contra él por algunos miembros
de la prensa, Morazán escribió y publicó su famoso Manifiesto de David con fecha 16 de julio de 1841.41 En este manifiesto
Morazán ataca a los serviles a quienes acusa de ser «hombres mezquinos» y
abusadores de los derechos más sagrados del pueblo. Asimismo les recuerda que
se opusieron a la independencia de Centroamérica, y sacrificaron la libertad al
unirse al imperio de Iturbide.42 Por lo tanto les hace
saber que Centroamérica no es su patria, sino la patria de aquellos que
hicieron «resonar el grito de la independencia en todo el Reino de Guatemala...
y se sintieron electrizados con el sagrado fuego de la libertad».42
Morazán todavía se
encontraba en David cuando recibió llamadas de sus colegas liberales en Costa
Rica. Braulio Carrillo, gobernador de ese estado, había restringido las
libertades individuales, limitado la libertad de prensa, y había derogado la
Constitución Política de 1825 que fue sustituida por una nueva carta
constitucional, denominada «Ley de
Bases y Garantías», la cual declaraba, en sus artículos 1 y 2,
que el Jefe de Estado de Costa Rica era «elegido por el pueblo» (artículo 1) y
que este era «inamovible» (artículo 2), lo que sus enemigos convirtieron en
«vitalicio», llamándole entonces «dictador» una y otra vez.43 Por otra parte,
Carrillo también había declarado a Costa Rica un Estado libre e independiente.
A pesar de estos hechos, Morazán quiso mantenerse alejado de los asuntos
políticos de Centroamérica, y continuó su viaje rumbo a Perú. Una vez en Lima,
recibió la invitación del Mariscal Agustín Gamarra para comandar una
división peruana, en momentos en que su país estaba en guerra con Chile.44 Sin embargo Morazán
se negó, porque se encontró con que esta guerra era muy confusa. Desde hacía
más de doce años las disensiones entre las Repúblicas de El Perú y Bolivia ―en
las cuales se vieron involucrados los Estados de Chile y Colombia― dieron lugar
a una serie de guerras con éxitos y fracasos recíprocos, que provocaron
funestas etapas de caos entre todas las partes que fueron beligerantes.44
En el Perú, Morazán
tuvo la fortuna de encontrar buenos amigos con los que compartía los mismos
ideales. Entre estos estaban los generales José Rufino
Echenique y Pedro
Bermúdez.41Alrededor de 1841,
los ingleses comenzaron a intervenir en el territorio de la Mosquitia, ubicado
entre Honduras y Nicaragua. Este acontecimiento impulsó a Morazán para poner
fin a su auto impuesto exilio en el Perú, y decidió que era hora de regresar a
Centroamérica porque lo consideraba un «deber» y un «sentimiento nacional
irresistible» no solo para él, sino que para todos «aquellos que tienen un
corazón para su patria». Con el respaldo financiero del general Pedro Bermúdez,
partió desde El Callao a finales de diciembre de 1841 a bordo del buque Cruzador. En ese viaje fue
acompañado por el general Cabañas y Saravia, y otros cinco oficiales. Él y sus
compañeros hacieron una parada en Guayaquil, Ecuador y Chiriquí, Panamá, donde
tuvo la oportunidad de reunirse con su familia una vez más, antes de regresar a
América Central.
[editar]Jefe supremo de Costa Rica
Derrotado por el
general Carrera, Morazán abandonó El Salvador y fue a refugiarse a la población panameña de David (Chiriquí), que en
esa época era parte de Colombia. Radicado allí, Morazán, concibió, por
insinuación de los enemigos de Carrillo, la idea de invadir Costa Rica.45 La oposición a
Carrillo era realmente minoritaria, pero su fuerza radicó en la petición de
ayuda extranjera que estos hicieron.45 Costa Rica, aunque no
le interesaba particularmente, le servía para sus propósitos expansionistas en
el resto de Centroamérica, además de que podría proporcionarle hombres, armas y
dinero,45 ya que el regresar a
Centroamérica y enfrentarse de nuevo con Carrera, era uno de sus objetivos.45
El 7 de abril y sin
ningún contratiempo, la flota de Morazán que era compuesta por cinco buques
desembarcó en el puerto de Caldera, Costa Rica, pero su marcha no la emprendió
hasta el 9 del mismo mes. «Carrillo dictó un decreto en el que mandaba a reunir
todo el ejército para la defensa del Estado contra el enemigo extranjero»,45 su plan defensa
contemplaba un grupo de hombres a cargo del salvadoreño Vicente Villaseñor, quien
con su traición, truncaría dicho proyecto de defensa. «Carrillo no deseaba el
derramamiento de sangre, por lo que pensó en hablar con Morazán (...) Carrillo
fracasó en su invitación a Morazán. El general invasor tenía ya concertada una
entrevista y no precisamente con el mandatario costarricense, sino con
Villaseñor, quien le entregaría las fuerzas que habían sido puestas a sus
órdenes»,45 así él y Vicente
Villaseñor firmaron el Pacto de El Jocote. El
acuerdo preveía la integración de un solo cuerpo militar, la convocatoria de
una Asamblea Nacional Constituyente, la expulsión de Braulio Carrillo y otros
miembros de su administración, y la instalación de un gobierno provisional bajo
el mando de Francisco Morazán. «Con detenimiento leyó Carrillo el pacto
traicionero. Él sabía que aún podía hacerle frente a las fuerzas de Morazán,
pero también, que se desataría una ola de sangre. Si a Morazán y a Villaseñor
eso no los tenía sin cuidado, a él le preocupaba profundamente. Pensaba que si
él era la persona en discusión se haría a un lado, abandonaría el país,
sacrificaría su obra (...) Convino Carrillo en dar su aprobación al pacto,
previas algunas modificaciones».45 El 13 de abril de
1842, las fuerzas de Morazán entraron en la ciudad de San José,23 «una hora más tarde
Carrillo inició su destierro» hacia El Salvador.45
El primer acto de
Morazán fue abrir las puertas del Estado a refugiados políticos costarricenses
y centroamericanos, también, el nuevo gobernante se dedicó a derogar algunas de
las leyes emitidas en la época de Carrillo y se dedicó a otras reformas.
Asimismo convocó a una Asamblea Constituyente la cual lo nombró Jefe Supremo
del Estado de Costa Rica.46
A su arribo a Puerto Caldera, «Morazán traía
consigo un documento que se conoce como Proclama de la Caldera; en éste ofrecía
a los costarricenses devolverle la libertad a Costa Rica y proclamaba la guerra
contra Carrillo, a quien llamaba tirano, déspota, ignorante y sanguinario»,45 calificativos que
«Morazán olvidaba de que él era no menos acreedor de estos epítetos, como no
tardó en experimentarlo dolorosamente el pueblo a quien prometía devolver la
libertad».47 Para el mes de
septiembre de 1842, Morazán ya había perdido la mayor parte del apoyo inicial,
que lo había llevado al poder en Costa Rica. Su presencia en Costa Rica había
despertado un gran temor en el resto de estados centroamericanos: Guatemala
declaró a Costa Rica país enemigo; El Salvador rompió relaciones, y Honduras y
Nicaragua desconocieron el gobierno de Morazán. Los cuatro estados se
organizaron en la llamada «Confederación de
Guatemala», una unión militar contra Costa Rica, en la que
acordaron «auxiliarse mutuamente y hacer causa común en caso de que se atacara
la independencia de todos y de cualquiera de ellos».48 A esto también se
sumó que el 29 de julio de 1842, Morazán, en un largo manifiesto, comunicó a
los costarricenses su intención de rehacer la Unión Centroamericana por la
fuerza de las armas.
El 11 de septiembre de 1842 estalló en Alajuela un movimiento popular
contra el gobierno de Morazán. Cuatrocientos hombres encabezados por el
portugués Antonio Pinto Soares,24 atacaron la guardia
de Morazán compuesta por 40 salvadoreños,24 día en que sitiaron
el Cuartel de San José (en el sitio del
actual Museo Nacional de Costa Rica.50 Ante estos hechos,
Morazán y sus hombres logran repeler los ataques y se replegaron en el cuartel
general. Desde allí le hicieron frente a los insurrectos que según el
historiador Montúfar ascendían a mil hombres.24
La lucha continuó
encarnizada y tenaz. A medida que el conflicto era desfavorable a los sitiados
el Capellán José Castro propuso una capitulación a Morazán garantizándole la
vida, pero él se negó. Después de 88 horas de lucha, Morazán y sus
colaboradores más cercanos decidieron romper el sitio. El general José Trinidad
Cabañas con 30
hombres hizo posible la retirada de Morazán y sus oficiales cercanos hacia Cartago.24
No obstante, la
insurrección se había extendido hasta ese lugar y Morazán tuvo que solicitar
ayuda de su supuesto amigo Pedro Mayorga,51 sin embargo, este le
traicionó y le brindó facilidades a los enemigos de Morazán para capturarlo
junto a los generales Vicente Villaseñor, Saravia y otros oficiales.52 El general Villaseñor
quiso suicidarse con un puñal y resultó herido gravemente. Cayó al suelo bañado
en sangre pero sobrevivió. El general Saravia murió luego de sufrir una
terrible convulsión.51 24
Posteriormente una
«burla de juicio» se llevó a cabo,51 en la cual Morazán y
Villaseñor fueron condenados a muerte por las autoconstituidas nuevas
autoridades.51 De acuerdo al
historiador William Wells: «La junta que emitió esta bárbarica resolución
estaba compuesta por Antonio Pinto (hecho comandante general en ese momento) el
padre Blanco, el infame doctor Castillo, y dos españoles de apellidos Benavidez
y Farrufo».51
Después de estos
hechos, los condenados fueron trasladados al paredón de fusilamiento52 53 localizado en la
plaza central de la ciudad. Antes de llevarse a cabo el acto de ejecución,
Morazán le dictó su testamento a su hijo Francisco. En éste, el general
estipuló que su muerte era un «asesinato»54 y además declaró: «No
tengo enemigos, ni el menor rencor llevo al sepulcro contra mis asesinos, que
los perdono y deseo el mayor bien posible».54 Posteriormente le
ofrecieron una silla y la rechazó. Al general Villaseñor, que se encontraba
sentado e inconsciente y bajo el efecto de un sedante,[cita requerida] Morazán le dijo: «Querido amigo, la
posteridad nos hará justicia» y se persignó.
Según relata el
historiador Miguel Ortega,52 Morazán pidió el
mando de la escolta, se abrió la negra levita, se descubrió el pecho con ambas
manos y con voz inalterada ―como quien da órdenes en una parada militar―,
mandó: «¡Preparen armas! ¡Apunten!». Entonces corrigió la puntería de uno de
los tiradores y finalmente gritó: «¡Apunten! ¡Fue...!». La última sílaba fue
apagada por una descarga cerrada. Villaseñor recibió el impacto de los plomos
en la espalda y se fue de bruces. Entre el humo de la pólvora, se vio que
Morazán alzó levemente la cabeza y musitó: «Aún estoy vivo...».52 Una segunda descarga
acabó con la vida del hombre al cual José Martí describió como «un
genio poderoso, un estratega, un orador, un verdadero estadista, quizás el
único que haya producido la América Central».55 En octubre de 1842,
los gobiernos de Centroamérica, satisfechos de que Morazán hubiese
desaparecido, reanudaron sus relaciones con Costa Rica.56
En 1848, el gobierno
de José María Castro, envió los restos de Morazán a El Salvador, cumpliendo uno
de sus últimos deseos.
Retratos de Francisco Morazán
El general Morazán era blanco,
ligeramente sonrosado; de cuerpo delgado, alto y recto; el conjunto de
facciones constituía una fisonomía tan perfectamente delineada que, viéndola
una vez, no se podía olvidar, recordando siempre mucho del tipo griego...
Personaje severamente pundonoroso y probo, jamás abusó del poder en provecho
propio; el exterior de su familia; su casa, su ajuar, su vestido; todo llevó el
sello de la modesta decencia.
Tenía como 45 años; cinco pies y diez
pulgadas de alto; era delgado, con barba y bigote negros y llevaba espada y
casaca militar abotonada hasta la garganta. Estaba sin sombrero y la expresión
de su cara era suave e inteligente [...] siempre dirigía sus tropas; había
estado en numerosas batallas y a menudo había sido herido, pero nunca
derrotado.
Ninguna frivolidad se notaba en sus
costumbres, tan puras, sencillas y arregladas. Huía de las diversiones, lo
mismo que de exhibirse y lucirse. Evitaba las demostraciones de simpatía, los
banquetes y las liviandades, pero lo complacía en extremo el trato de los
hombres ilustrados, aunque fueran sus enemigos. [...] Nadie le temió, porque
jamás se le vio un acto de ferocidad ni ensañamiento. Sus mayores enemigos,
deponían sus iras en su presencia, porque viéndole era imposible odiarle.
Francisco Morazán se convirtió en
un mártir y un símbolo de la República de Centroamérica. Él dio su vida, aunque
sin éxito, tratando de preservar la unión de estos países. Es evidente,
también, que su muerte contribuyó, en cierta medida, para que cada una de estas
naciones sean hoy países independientes.
Su imagen se puede
encontrar en billetes, logotipos, sellos postales, instituciones, ciudades,
departamentos, escuelas y parques, entre otras cosas que preservan su legado.
El Salvador fue uno de los primeros países para rendir tributo a Morazán. El 15
de marzo de 1882, el presidente Rafael Zaldívar develó un monumento
en su memoria, ubicado en la Plaza Francisco
Morazán, y, el 14 de marzo de 1887, la Asamblea Nacional de la
República de El Salvador sustituyó el nombre del Departamento de
Gotera por
Departamento Morazán, «para perpetuar el nombre del gran líder de la Unión
Centroamericana».58 También el presidente Doroteo Vasconcelos nombró en su honor la
aldea «San» Francisco
Morazán. En Honduras, se cambió el nombre del departamento de
Tegucigalpa a Francisco Morazán en el año 1943. En Guatemala, la ciudad
guatemalteca de Tocoy Tzimá se convirtió en Morazán el 15 noviembre de
1887. En Nicaragua, se fundó Puerto Morazán en 1945.59 60
En el ámbito político
la idea de la integración aún se conserva en la mente de muchos
centroamericanos. Por ejemplo, el Parlamento
Centroamericano (Parlacen)
es una institución política consagrada a la integración de los países de
Centroamérica, que representa una versión moderna de la histórica República
Federal de Centroamérica, aunque sin contar con Costa Rica, pero que
incluye a Panamá y a la República Dominicana.61 En el pasado varios
intentos infructuosos se han hecho para restablecer la Unión (1851, 1886 y
1921).62
El legado de Morazán
está también presente en las artes. La primera obra de registro en El Salvador
se titula La tragedia de
Morazán, escrita por Francisco Díaz (1812-1845),63 que es una dramatización
de la vida del presidente de América Central. Asimismo, en Honduras se
escenificó la obra teatral de Luis Andrés Zúñiga Portillo llamada Los conspiradores (1916), el cual fue un drama histórico
que honra las virtudes de Francisco Morazán.64 En su libro Canto general, Pablo Neruda también rinde
homenaje al «caudillo liberal» con un poema a América Central.65Estatuas y bustos de
Francisco Morazán se puede encontrar en Chile, Panamá, El Salvador, Estados
Unidos, España, Honduras, Costa Rica y Nicaragua, entre otros.
0 comentarios:
Publicar un comentario